Eres un ángel maldito, eres la dama mas cruel; un arma de doble filo. Contigo solo puedo perder. Aunque alguien me advirtió, nunca dije que no.   Ahora tengo que esconder las heridas. Ese pulso que jugué porque quise lo perdí, Te extraño cuando llega la noche, pero te odio de día. Después me subo a tu coche y dejo pasar la vida.

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