Él me mira.
Lo miro.
Los dos sin decirnos nada,
sabemos que quiere decir el otro.
Sabemos entendernos sin palabras.
No hacen falta y los dos lo pensamos.
"Sos tan linda..."
"No. Por qué mentís?"
"No miento, para mí, sos linda"
"Vos estas loco"
No hablamos, no.
Pero entablamos esa extraña y muda conversación.
.
.